Un pescador que regresa a casa en su piragua se encuentra con un extranjero experto en finanzas que trabaja en ese país en desarrollo. El experto le pregunta por qué vuelve tan temprano, a lo que el pescador responde que podría haberse quedado más tiempo, pero que ya había pescado lo suficiente para mantener a su familia.
—¿Y qué hace usted con el tiempo que le sobra? —pregunta el experto.
—Bueno, pesco un poco, juego con mis hijos y nos echamos una siesta cuando hace calor. Por la noche cenamos juntos, y después escucho música con mis amigos o algo así.
—Verá —lo interrumpe el experto—, yo poseo un título universitario y he estudiado estos temas. Quiero ayudarlo. Usted debería quedarse más tiempo pescando. Así ganaría más y no tardaría en poder comprar un bote más grande que esta piragua. Con él, ganaría aún más, de modo que pronto podría tener toda una flota de barcas pesqueras.
—¿Y entonces qué? —pregunta el pescador.
—Entonces, en vez de vender el pescado a un intermediario, usted podría comerciar directamente con la fábrica, o hasta abrir su propia factoría. Podría dejar el pueblo y mudarse a Cotonou, a París o a Nueva York, y administrarlo todo desde allí. Hasta podría pensar en que su negocio comenzara a cotizar en la bolsa y hacerse millonario.
—¿Y cuánto tiempo tomaría todo eso?
—Unos quince o veinte años.
—¿Y entonces qué?
—Entonces es cuando la vida se pone interesante —le asegura el experto—. Podrá retirarse, dejar atrás toda la agitación y el ajetreo, y mudarse a algún pueblo apartado.
—¿Y entonces qué? —repite el pescador.
—Entonces tendrá tiempo para pescar un poco, jugar con sus hijos, echarse una siesta cuando haga calor, cenar con su familia y escuchar música con sus amigos.
Eso es lo que nos sucede muchas veces. Nos ciegamos tanto por progresar que no nos damos cuenta que, al final, en el mejor de los casos nos quedamos igual que si vivieramos sin complicarnos la vida. Desde luego, esta historia es para hacernos pensar seriamente qué estamos haciendo con nuestros días
PD: Dije que mi próxima entrada sería de "copia y pega". Lo prometido es deuda y no me escondo. En la próxima pondré lo que me dé la gana.
PD1: La fuente es w02 15/4, pág 6 (recuadro). Quien no entienda esto que no se moleste en buscar nada.
PD2: He tenido que descuidar el blog unos días pero todo vuelve a la normalidad. Sorry.
PD3: ¡¡¡Viva San Charco!!! Me encantan los charcos. No los puedo ver llenos.
Un abrazo.
—¿Y qué hace usted con el tiempo que le sobra? —pregunta el experto.
—Verá —lo interrumpe el experto—, yo poseo un título universitario y he estudiado estos temas. Quiero ayudarlo. Usted debería quedarse más tiempo pescando. Así ganaría más y no tardaría en poder comprar un bote más grande que esta piragua. Con él, ganaría aún más, de modo que pronto podría tener toda una flota de barcas pesqueras.
—¿Y entonces qué? —pregunta el pescador.
—Entonces, en vez de vender el pescado a un intermediario, usted podría comerciar directamente con la fábrica, o hasta abrir su propia factoría. Podría dejar el pueblo y mudarse a Cotonou, a París o a Nueva York, y administrarlo todo desde allí. Hasta podría pensar en que su negocio comenzara a cotizar en la bolsa y hacerse millonario.
—¿Y cuánto tiempo tomaría todo eso?
—Unos quince o veinte años.
—¿Y entonces qué?
—Entonces es cuando la vida se pone interesante —le asegura el experto—. Podrá retirarse, dejar atrás toda la agitación y el ajetreo, y mudarse a algún pueblo apartado.
—¿Y entonces qué? —repite el pescador.
—Entonces tendrá tiempo para pescar un poco, jugar con sus hijos, echarse una siesta cuando haga calor, cenar con su familia y escuchar música con sus amigos.
Eso es lo que nos sucede muchas veces. Nos ciegamos tanto por progresar que no nos damos cuenta que, al final, en el mejor de los casos nos quedamos igual que si vivieramos sin complicarnos la vida. Desde luego, esta historia es para hacernos pensar seriamente qué estamos haciendo con nuestros días
PD: Dije que mi próxima entrada sería de "copia y pega". Lo prometido es deuda y no me escondo. En la próxima pondré lo que me dé la gana.
PD1: La fuente es w02 15/4, pág 6 (recuadro). Quien no entienda esto que no se moleste en buscar nada.
PD2: He tenido que descuidar el blog unos días pero todo vuelve a la normalidad. Sorry.
PD3: ¡¡¡Viva San Charco!!! Me encantan los charcos. No los puedo ver llenos.
Un abrazo.
4 comentarios:
Estoy partiendome el culo por eso que he dicho de los charcos. Que "no los puedo ver llenos". Evidentemente....
¿Alguien ha visto alguna vez un charco vacío?
Muy buena ilustracion para tu entrada, yo desde que la vi en la Atalaya la he utilizado algunas veces..
Gracias por prepararla y presentarla, como tu bien dices....
Ah!! el dos de Octubre tenemos una cita ineludible.... no faltes!!
Manu, donde estan todas tus admiradoras anonimas?? ...jejeje
te dejo otro comentario, para que luego no te quejes...
Por cierto, hoy es el dia D!!
Rafik, preguntaselo a ellas.
Yo toy sin internet. La culpa es de Orange. Voy a tener que pasarme a Amnares, SL. Ahora toy conectado en casa de mis padres.
Sé que hoy es el gran día. Espero q en lo sucesivo el factor "suerte" no sea tan determinante.
Hasta ahora!
Publicar un comentario